La Nena Que Queria Ser Arbol
Ofelia jugaba. Deseaba. Esperaba, aunque no sabía bien que. Y creía, necesitaba creer. Quizás esta frase resume parte del espíritu de esta obra. Ofelia, buscando, imaginando, soñando o fabricando sueños, y Alexandria (que bien podría ser un conejo blanco) jugando entre mundos, completando un cuadro surrealista que deja asomar entre sus pinceladas trazos de esa…