Más Allá Del Amor Y La Portada
Recibiéndome caprichosa mi tía Ausencia, en su finca, comprendía que me apreciaba algo más que como su sobrino a mis 18 años, ofreciéndome un cariñoso y prolongado beso en los labios, mis manos sabían, que necesitaba que le palpara su hermoso culo bien desnudo sobre la bata de gasa, con más botones sueltos que abrochados,…