Lo más duro de todo es el silencio, borrar tu nombre de mi boca, no volver a verte sonreír. ¿Qué hacer cuando todo se derrumba a tu alrededor y el suelo se hunde a tus pies? Seguir nadando. Nunca parar. Y si cuentas con la ayuda de una amiga caritativa, pues, mejor que mejor. Con…